by crocanti

viernes, 26 de marzo de 2010

La sofisticada sexualidad del pulpo


Según un estudio de la Universidad de Berkeley, los octópodos poseen unas costumbres sexuales casi tan caprichosas como las de los seres humanos

Pese a su fealdad (mirándolo desde los patrones estéticos humanos hoy imperantes, claro), esta criatura lovecraftiana resulta muy atractiva por su carne caliente, su viscosidad animal, su morbo tentacular y su poderoso cerebro: la inteligencia siempre es sexy y los pulpos poseen, amén de una vista de lince, una gran capacidad de aprendizaje (si son capaces de aprender a usar sus tentáculos para abrir una botella y sacar el cangrejo que hay dentro, ¿qué llegarían a hacer si los adiestráramos para el sexo?).

Un seductor con ocho brazos

El pulpo tiene un cerebro central y ocho más que dominan cada uno de sus tentáculos, tres corazones que bombean sangre azul y cinco sentidos, nada menos. No es raro, pues, que tenga una vida sexual tan compleja como la nuestra. Esto lo han descubierto hace nada los científicos, tras décadas pensando que el pulpo era poco más que un "solitario sin romanticismo" . La explicación es que, estudiado en cautividad, el pulpo se corta y no actúa con naturalidad: gracias a su vista de lince y a su gran inteligencia, sabe muy bien que los investigadores lo están mirando.

Contemplando a los pulpos en estado salvaje, los biólogos pudieron comprobar cómo estos seres no se van con la primera hembra que les pasa por delante, sino que escogen cuidadosamente a su pareja, la cortejan y la seducen. Asimismo, estos machos son tan celosos como los humanos y, por ello, son capaces de ponerse violentos con sus rivales y hasta cometer crímenes pasionales, llegando a estrangular a otros machos que pretendan acercarse a su
señora.

Los pulpos las prefieren con carne

Y si, en general, al macho humano le gustan las mujeres de curvas cerradas y generosas ubres, a los pulpos les van las hembras más voluminosas; más que en las formas, lo que les importa es el tamaño: “Van a por las más grandes que puedan encontrar porque son las que más huevos producen”, dice Roy Caldwell, profesor de Berkeley y co-autor del citado estudio. Aunque a veces tengan relaciones sexuales con otros ejemplares, normalmente un pulpo sólo tiene tiempo a “embarazar” a una pulpesa, por lo que escogerá a aquella que considere más adecuada para procrear.

Pero no es tan fácil, la vida sexual del pulpo. Además de la competencia, el buen octópodo debe afinar el olfato para no ser engañado por un pulpo travesti: hay pulpos machos de tamaño pequeño que fingen ser hembras con el objeto de atraer a otros machos y tener con ellos encuentros homosexuales; para ello, nadan con estilo de hembras, cerca del fondo del mar, y mantienen ocultas las bandas pardas que caracterizan a los machos.

1 comentario:

  1. Bueno bueno bueno..... esto no lo sabía yo!!!!
    Yo qu en Asturias pesco pulpos..... y sin saber que los hay travestis que s ehacen pasar por pulpesas. Increible.
    La naturaleza siempre nos sorprende.
    Muy románticos los pulpos, si señor, pero es facil porque con 3 corazones... así cualquiera

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